El jefe de refugiados de las Naciones Unidas, Filippo Grandi, dijo el domingo que los ataques aéreos en el Líbano habían violado el derecho internacional humanitario al atacar infraestructura civil y matar a civiles, en referencia al bombardeo israelí del país.
“Desafortunadamente, muchos casos de violaciones del derecho internacional humanitario en la forma en que se llevan a cabo los ataques aéreos han destruido o dañado infraestructura civil, han matado a civiles y han impactado las operaciones humanitarias”, dijo a los medios en Beirut.
Grandi estaba en el Líbano mientras lucha por hacer frente al desplazamiento de más de 1,2 millones de personas como resultado de una operación aérea y terrestre israelí ampliada que, según dice, tiene como objetivo a Hezbollah, respaldado por Irán.
Anteriormente, los combates se habían limitado principalmente a la zona fronteriza entre Israel y el Líbano, en paralelo a la guerra de Israel en Gaza contra el grupo palestino Hamás.
Grandi dijo que todas las partes en el conflicto y aquellos con influencia sobre ellas deberían “detener esta carnicería que está ocurriendo hoy tanto en Gaza como en el Líbano”.
Más de 2.000 personas han muerto y casi 10.000 han resultado heridas en el Líbano en casi un año de combates, la mayoría en las últimas dos semanas, dice el Ministerio de Salud libanés. Israel dice que alrededor de 50 civiles y soldados han muerto.
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Israel dice que ataca capacidades militares y toma medidas para mitigar el riesgo de daño a los civiles, mientras que las autoridades libanesas dicen que los civiles han sido atacados.
Israel acusa tanto a Hezbollah como a Hamas de esconderse entre civiles, lo que ellos niegan.
Grandi dijo que la Organización Mundial de la Salud le informó “sobre violaciones atroces del DIH con respecto a las instalaciones de salud en particular que se han visto afectadas en varios lugares del Líbano”, utilizando un acrónimo de derecho internacional humanitario.
Los ataques a viviendas civiles también pueden ser violaciones, aunque el asunto requiere una evaluación más profunda, afirmó.
Los combates han llevado a unas 220.000 personas a cruzar la frontera libanesa con Siria, el 70 por ciento de los cuales son sirios y el 30 por ciento libaneses, dijo Grandi, afirmando que se trataba de estimaciones conservadoras.
El bombardeo israelí del principal cruce fronterizo con Siria en Masnaa el viernes fue “un enorme obstáculo” para que esos flujos de personas continuaran, dijo.
Muchos de los sirios que abandonaron el Líbano buscaron refugio y huyeron de la guerra y de las medidas de seguridad tras el inicio de la guerra civil siria en 2011.
Ahora era una oportunidad para que el gobierno sirio demostrara que se respeta la “seguridad y la capacidad de regresar a sus hogares o a donde necesiten ir” de los retornados, dijo Grandi.
