La esgrima es uno de los deportes olímpicos más antiguos y, sin embargo, no fue hasta 2016 que un canadiense llegó a cuartos de final.
El lunes, el equipo de Canadá pudo decir con orgullo que había superado la barrera del podio: Eleanor Harvey, de 29 años, hizo historia en los Juegos Olímpicos de París el día 2, superando a la italiana Alice Volpi en el combate por la medalla de bronce individual en florete femenino.
Harvey entrena en Epic Fencing Club en Calgary, que alberga a numerosos esgrimistas talentosos que han hecho de Calgary su hogar. Su mejor amiga y compañera del equipo olímpico de Tokio 2020, Alanna Goldie, se quedó despierta toda la noche para ver a Harvey hacer historia.
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“Hemos viajado por el mundo juntos”, dijo Goldie. “Somos el mayor sistema de apoyo mutuo. Es difícil creer que realmente haya sucedido”.
Su compañera entrenadora y excompañera de equipo olímpico Kelleigh Ryan también trabaja en Epic Fencing. Hizo su debut olímpico en Tokio 2020, donde quedó octava, lo que, en ese momento, era el segundo mejor resultado olímpico de Canadá en una prueba individual.
“Ella es la primera persona en la tira y la última en salir”, dijo Ryan sobre la ética de trabajo de Harvey. “Esto ayudará a poner a Canadá en el mapa”.
Amigos y compañeros de equipo de Harvey la llaman “divertida”, “peculiar” e “increíblemente seria cuando se trata de esgrima”.
Su compañero de entrenamiento, Carlos Padua, observó desde Puerto Rico y dice que se sintió como si todos estuvieran ganando el bronce con Harvey, después de haber pasado tanto tiempo entrenando juntos.
“Ella es la persona que corre a -30 grados centígrados”, se ríe Padua. “No hay nadie que merezca más esta victoria”.
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