Cada día estamos alarmados por el progresivo desgaste que viene afectando a la naturaleza y a las personas. Nuestro planeta sufre una auténtica crisis de biodiversidad: la temperatura está aumentando; aumento del nivel del mar; cada vez hay más fenómenos naturales extremos (sequías, inundaciones, tormentas, incendios…); los bosques se destruyen para dar paso a la producción agrícola, a menudo basada en monocultivos; hemos visto la pérdida de innumerables especies animales y vegetales; y la densidad demográfica se traduce en un aumento de la urbanización, de industrias dependientes de los recursos naturales y de la construcción de represas.
Es en este contexto que las Naciones Unidas declararon el período 2020-2030 como la “Década de Acción” para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y piden una mayor ambición y un sentido de urgencia para acelerar la transición para que podamos vivir dentro del planeta. límites. Entre 2015 y 2019, el progreso global en el logro de SAO fue de sólo el 0,5% anual, tasa insuficiente para alcanzar todos los objetivos de aquí a 2030. Portugal también debe dar pasos rápidos en este camino sostenible, ya que aparece en la posición 20 en un ranking europeo, alcanzando un índice de 69,95 sobre 100 en implementar los 17 objetivos de la ONU en 2023.
Uno de los objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU se relaciona con la Protección de la Vida en la Tierra, y es urgente que tomemos medidas concretas para detener y revisar la pérdida de biodiversidad, es decir, la reducción del número de especies vegetales y animales en todo el mundo. . Según datos del último Informe Planeta Vivo de WWF, un estudio exhaustivo de las tendencias de la biodiversidad global y la salud del planeta, hemos visto una disminución promedio del 69% en la abundancia de las poblaciones de especies de vertebrados desde 1970. A pesar de que los esfuerzos de conservación están ayudando, es urgente Es necesario actuar si queremos revertir la pérdida de la naturaleza.
Como ejemplo, uno de los animales que está desapareciendo en todo el mundo y que tiene un enorme impacto en la supervivencia de todas las demás especies es la abeja. Corresponde a las diversas especies de abejas y otros polinizadores transportar el polen de una flor a otra, lo que permite la fertilización y la producción continua de frutas, verduras, frutos secos, semillas y plantas, asegurando además una mayor variedad y mejor calidad de los alimentos. del que dependen todas las especies y personas.
Según la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO), alrededor del 75% de la producción mundial de frutas y semillas para consumo humano depende de la acción de polinizadores, concretamente las abejas. En concreto, esto significa que, sin polinización, una lista interminable de alimentos, como cebollas, tomates, pepinos, brócoli, fresas, arándanos, aguacates, melones, calabazas, coles, manzanas, almendras, naranjas e incluso café y cacao, Entre muchos otros. Sin las abejas y otros polinizadores, no tendríamos una de cada tres cucharadas de alimento.
Junto a la pérdida de especies, asistimos a la pérdida de hábitats. Los bosques estabilizan nuestra clima y sin ellos las temperaturas globales serían 0,5°C más altas. Sin embargo, cada año perdemos en el mundo tantos bosques como la superficie de Portugal, la mayor parte para convertirlos en tierras agrícolas. La deforestación provoca la pérdida de hábitats esenciales para miles de especies de animales y plantas, muchas de las cuales aún son desconocidas para la ciencia; resulta en más emisiones de carbón; aumenta las sequías y conduce a climas locales más cálidos, poniendo en riesgo la seguridad alimentaria y los medios de vida de millones de personas.
Sin embargo, la disminución de las abejas y otros polinizadores se puede revertir. Si bien las pequeñas acciones individuales pueden no parecer suficientes, colectivamente las personas tienen el poder de realizar cambios impactantes en la biodiversidad. No importa dónde estemos, hay pequeños pasos que todos podemos dar todos los días y que ayudan a marcar la diferencia:
• Dar preferencia a plantas nativas ricas en polen y néctar, favoreciendo la acción de los polinizadores;
• Mejorar las condiciones del suelo para la nidificación de muchas especies de insectos y anélidos, como las lombrices de tierra, de modo que pueda prosperar una comunidad vegetal saludable;
• Evitar el uso de pesticidas y herbicidas, así como apoyar prácticas agrícolas sostenibles como cubrir el suelo con restos de hojas y ramas para retener la humedad del suelo;
• Cortar los prados silvestres con menos frecuencia y no cortar (“limpiar la tierra”) cuando las plantas estén en flor;
• Colocar nidos adaptados a los diferentes animales polinizadores (abejas, murciélagos, hormigas, moscas, mariposas, escarabajos, etc.);
• Comprar miel y otros productos derivados de las abejas de productores locales y sostenibles;
• Aprenda a distinguir la avispa común del avispón asiático, que es un especies invasoras y depredadoras de abejas y avispas comunes, y avisar a las autoridades competentes – SOS AMBIENTE (808 200 520) o la plataforma SOS Vespa en sosvespa.pt – si encuentra un nido de avispas asiáticas.
Fortalecer la resistencia a los efectos adversos de cambio climático, es fundamental proteger y restaurar la biodiversidad, así como garantizar el buen funcionamiento de los ecosistemas. Si en todos los espacios verdes, tanto en las ciudades como en las zonas rurales, se crean condiciones para albergar la fauna y la flora autóctonas, toda la población ecosistema beneficiará.
Por eso es tan importante el trabajo de entidades que luchan por la conservación de la naturaleza y la biodiversidad. A través de proyectos de conservación sobre el terreno, sensibilización y difusión sobre la urgente necesidad de preservar los ecosistemas, las ONG ecologistas promueven y actúan para garantizar la continuidad de la biodiversidad global, intentando llegar a más personas, de diversos orígenes, de diferentes grupos de edad, grupos escolares, familias, etc
Todos tenemos un papel único y esencial en la preservación y continuidad de todas las especies de seres vivos. Al llegar a más personas con esta información, permitiendo que cada lector comparta estas inquietudes y consejos para mantener la vida en la tierra, estamos contribuyendo a la mejora y el bienestar de todas las especies, incluida la humana.
Dejamos el desafío para que te unas a causas nacionales e internacionales por la preservación de los ecosistemas que nos rodean, contribuyendo al objetivo de proteger al menos el 30% de la superficie terrestre al 2030. Todos juntos podremos detener El declive de la conservación de la naturaleza.
Los autores escriben según el nuevo acuerdo ortográfico.