El incendio que se declaró el 14 de agosto en la isla de Madeira sigue bajo control, permaneciendo una situación de “secuelas” y “vigilancia activa” para evitar nuevos incendios, anunciaron este domingo las autoridades locales.
Según una fuente del departamento regional de Salud y Protección Civil, la situación actual del incendio que arrasó la isla de Madeira hace 12 días sigue siendo de “secuelas” y “vigilancia activa”.
“Sólo unos pocos agentes permanecieron en el lugar para realizar vigilancia y evitar nuevos incendios”, informa la misma fuente.
Este domingo, a primera hora de la mañana, Protección Civil había revelado que el incendio estaba “controlado y en fase de secuelas”, sin ningún foco activo, pero aún con algunos puntos calientes.
Aunque la situación está por ahora bajo control, el incendio aún no puede considerarse extinguido y los equipos permanecerán vigilantes sobre el terreno para evitar posibles reavivamientos, añadió el comandante regional de Protección Civil, António Nunes, en declaraciones a Lusa.
El incendio rural de la isla de Madeira se declaró el 14 de agosto en las montañas del municipio de Ribeira Brava, extendiéndose progresivamente a los municipios de Câmara de Lobos, Ponta do Sol y Santana.
Desde que comenzó el incendio, las autoridades han ordenado a casi 200 personas que abandonen sus hogares como medida de precaución y han proporcionado instalaciones de recepción públicas, pero muchos residentes han regresado a sus hogares.
La lucha contra las llamas se vio dificultada por el viento y las altas temperaturas, pero, según el Gobierno regional, no se registraron heridos ni destrucción de viviendas e infraestructuras públicas esenciales, aunque sí se vieron afectadas algunas pequeñas producciones agrícolas, además de zonas forestales. .
La Policía Judicial está investigando las causas del incendio, pero el presidente del ejecutivo madeirense, Miguel Albuquerque, afirmó que se trató de un incendio provocado.