Jeremy Dutcher hizo historia en la música canadiense el martes por la noche al ganar un segundo premio Polaris Music por su segundo álbum, Motewolonuwok.
Dutcher es el primer artista en ganar dos veces el premio de 50.000 dólares, después de llevarse a casa el prestigioso premio en 2018 por su álbum Wolastoqiyik Lintuwakonawa.
“Anoche fue la celebración más hermosa y el cierre de un círculo que tardó al menos cinco años en gestarse. Quizás 33”, dijo Dutcher. “Estoy en la cima del mundo”.
El artista, miembro de Tobique First Nation en New Brunswick, fue elegido entre una lista corta de diez finalistas aclamados que incluían a The Beaches, Allison Russell y Charlote Cardin. El ganador fue elegido por un jurado compuesto por periodistas, locutores y blogueros de todo Canadá.
“Me encanta el formato de hacer álbumes y para mí, cuando toda una industria te señala y dice: ‘Bueno, este es el que queremos destacar este año’, se siente realmente bien”, dijo Dutcher.
El primer disco de Dutcher, Wolastoqiyik Lintuwakonawa, fue cantado en Wolastoqey, un idioma que le apasiona ayudar a revitalizar. En su segundo álbum es la primera vez que canta tanto en inglés como en wolastoqey.
“Aunque estoy cantando en inglés por primera vez, todavía está arraigado en mi visión, que es ver la proliferación y el florecimiento de nuestras lenguas, las lenguas indígenas, aquí en Canadá”, dijo.
Dutcher dijo que espera que este disco ayude a las personas a considerar que la pérdida, la alegría, el dolor y la celebración son parte de la vida.
“Y para mí, hay una dualidad que es necesaria en la vida. Y creo que nuestros parientes queer, nuestra gente LGBTQ, nuestra gente de dos espíritus, nos lo muestran”, dijo Dutcher, quien se identifica como de dos espíritus.
El premio Polaris Music Prize viene con un premio de 50.000 dólares. Dutcher señala que tiene algunas cuentas que pagar pero también tiene la intención de donar todo lo que pueda a la Escuela de inmersión lingüística Kehkimin Wolastoqey en Fredericton.
La escuela, fundada por la madre de Dutcher, tiene como objetivo enseñar el idioma Wolastoqey a los jóvenes antes de que se pierda.
Su sitio web señala que casi todos los hablantes fluidos de Wolastoqey tienen 65 años o más.
“Por supuesto, soy un poco parcial, pero es tan hermoso lo que está pasando allí. Y cada vez que visito esa escuela recuerdo el poder del lenguaje, que realmente puede transformar las vidas de los jóvenes”, dijo Dutcher.
“Cuando compartimos nuestro idioma entre nosotros, fortalecemos nuestra identidad entre nosotros”.
