La empresa pública española Enresa, encargada de la gestión de residuos radiactivos, anunció el inicio del proceso de licitación de los servicios de ingeniería para el desmantelamiento de la central nuclear de Almaraz, situada en la provincia de Cáceres.
Según informa la agencia de noticias española EFE, la Plataforma de Contratación Pública incluyó el martes 25 de junio la convocatoria anticipada de este concurso, cuyo presupuesto base es de 28 millones de euros y un plazo de ejecución de cinco años.
O objecto do contrato é a prestação do serviço de engenharia para o desmantelamento da central nuclear de Almaraz, situada na província de Cáceres, com vista à realização dos estudos e engenharia da concepção, especificações e projectos de obra e à elaboração da documentação para a autorização de la misma.
Según el programa de operación y desmantelamiento de instalaciones nucleares en España, incluido en el VII Plan General de Residuos Radiactivos, las fechas de cese de operación de las Unidades I y II de Almaraz están previstas para noviembre de 2027 y octubre de 2028, respectivamente.
Según informa EFE, a partir de estas fechas se abrirá un plazo de tres años para transferir la propiedad de la planta, actualmente en manos de Iberdrola, Endesa y Naturgy, para que Enresa se ocupe de aspectos del desmantelamiento, plazo que durará 10 años siguientes, es decir, entre 2030 y 2041.
Sin embargo, la central nuclear de Almaraz trabaja en dos escenarios posibles: el cese de operación de sus dos unidades (2027-2028), según lo definido en el calendario, y la posibilidad de ampliar el plazo, que deberá comunicar en el primer trimestre. 2025, para evitar contratiempos de carácter organizativo y de ausencia.
Si el Gobierno español y las tres empresas propietarias comunicaran una posible expansión de la actividad más allá del primer trimestre de 2025, Almaraz tendría que cesar temporalmente su actividad en 2027-2028 para reorganizar su planificación.
La central nuclear de Almaraz creó un departamento de Transición de Activos para abordar el inicio del posible proceso de desmantelamiento e iniciar la operación de su segundo Almacenamiento Temporal Individualizado (ATI) a partir de 2026, para poder albergar todos los elementos combustibles que se encuentran actualmente en la unidad. piscinas de enfriamiento.
La central de Almaraz alcanzó los 17.000 gigavatios hora (GWh) de producción bruta en 2023, el tercer mejor valor histórico desde el inicio de su operación comercial en 1983, y sus indicadores de fiabilidad y estabilidad de las operaciones la sitúan en la categoría más alta del sector. Asociación Mundial de Operadores Nucleares (WANO).
La planta de Almaraz está situada junto al río Tajo y limita con los distritos portugueses de Castelo Branco y Portalegre, siendo Vila Velha de Ródão el primer asentamiento portugués bañado por el Tajo tras la entrada del río en Portugal. En funcionamiento desde 1981 (operación comercial desde 1983), la planta está situada en una zona de riesgo sísmico y a sólo 110 kilómetros en línea recta de la frontera portuguesa.
El Gobierno español renovó la licencia de explotación de los Grupos I y II de la central de Almaraz, en julio de 2020, ampliándola hasta el 1 de noviembre de 2027 y el 31 de octubre de 2028, respectivamente. Los propietarios de la planta de Almaraz son Iberdrola (53%), Endesa (36%) y Naturgy (11%).
Movimiento Ibérico satisfecho con anuncio
oh Movimiento Antinuclear Ibérico (MIA) expresó su satisfacción por el anuncio del cierre de Almaraz. En declaraciones a la agencia Lusa, José Janela, responsable de Quercus, una de las asociaciones que forman parte del MIA en Portugal, afirma que el anuncio “es un primer paso y que el Gobierno de España va en la dirección correcta”. “El día de la victoria será cuando los dos reactores dejen de funcionar y sea necesario desmantelar la planta con total seguridad”, resumió.
El ambientalista también destaca que Quercus y MIA vienen advirtiendo del peligro que supone la central nuclear de Almaraz: “No se debería haber ampliado el periodo de funcionamiento y todos seguiremos atentos a todo el proceso”.
El MIA lleva muchos años luchando por el cierre de esta central nuclear “que supone un peligro para España y también para Portugal”. El movimiento espera que también se cree un plan social para la reconversión profesional de los trabajadores de la planta de Almaraz y que se puedan crear empleos verdes y dignos para todos.