CHARLEBOIS: Los consumidores dan la bienvenida a la revolución sensorial

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Es posible que muchas personas no aprecien del todo hasta qué punto el mundo puede ser excesivamente ruidoso, brillante y sensorialmente agresivo.

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Para la mayoría, visitar espacios públicos como supermercados o restaurantes es una experiencia rutinaria. Mientras que algunas personas buscan experiencias sensoriales intensas, con música alta y luces vibrantes, para otras (como los padres de niños autistas, las personas mayores que anhelan tranquilidad mientras interactúan con su comunidad o cualquiera que desee un ambiente sereno para las tareas diarias) el mundo puede parecer claramente poco acogedor.

Al reconocer esto, un número cada vez mayor de minoristas, incluido Walmart, y establecimientos de comida como St-Hubert, están introduciendo horarios amigables para los sentidos. De manera similar, tiendas de comestibles como Sobeys están haciendo lo mismo. Durante estos horarios designados, los televisores montados en la pared muestran imágenes estáticas, la radio está silenciada y la iluminación es tenue.

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En los ámbitos del marketing y el entretenimiento, con frecuencia se subestima el valor de la calma. Esto deja a muchos preguntándose dónde podrían encontrar ambientes que satisfagan sus necesidades específicas de comodidad y tranquilidad. Como resultado, un número cada vez mayor de personas busca activamente entornos menos agresivos sensorialmente para sus experiencias de compras y cenas.

El panorama del consumidor moderno se caracteriza por una avalancha de información sensorial, impulsada por los incansables esfuerzos de las empresas por atraer a sus clientes. Estas empresas son expertas en identificar, anticipar y satisfacer las necesidades de los clientes, creando experiencias altamente inmersivas. Por ejemplo, una tienda de comestibles puede emplear exhibiciones vibrantes, aromas atractivos y elementos interactivos, mientras que un restaurante selecciona meticulosamente su iluminación, música y decoración para mejorar el ambiente del comedor. Estas estrategias están diseñadas para captar y retener la atención del cliente, fomentando un sentido de pertenencia y satisfacción.

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Sin embargo, este compromiso intenso puede provocar una sobrecarga sensorial. Con una gran cantidad de estímulos (que van desde anuncios coloridos y música de fondo hasta pantallas digitales y materiales promocionales), los clientes pueden sentirse abrumados. La intención de atender todas las necesidades y preferencias imaginables da como resultado entornos saturados de información y opciones, lo que complica el proceso de toma de decisiones. Si bien estos esfuerzos tienen como objetivo hacer que los clientes se sientan valorados y conectados, el gran volumen de información sensorial a veces puede tener el efecto contrario, provocando fatiga y parálisis en las decisiones. En consecuencia, las mismas estrategias diseñadas para generar lealtad y atención pueden alienar inadvertidamente a algunos clientes.

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Por lo tanto, muchos acogen con satisfacción un cambio en el enfoque de los estímulos sensoriales. En una era donde la información instantánea es la norma, las empresas que se esfuerzan por seguir siendo competitivas a menudo inundan a los clientes con actualizaciones constantes. Sin embargo, esto puede resultar contraproducente. Un número cada vez mayor de personas rechaza la noción de que deben ser bombardeados constantemente con información y estímulos sensoriales.

Los esfuerzos para hacer que el comercio minorista y los servicios de alimentos sean más inclusivos son encomiables y benefician tanto a los minoristas como a los establecimientos de servicios de alimentos que pueden adaptarse a estas necesidades. En la industria alimentaria, un enfoque es diversificar el menú, por ejemplo añadiendo opciones de origen vegetal. Igualmente importante es crear un entorno propicio para una amplia gama de preferencias sensoriales.

En esencia, la calma y la serenidad en los espacios públicos están subestimadas, pero eso está cambiando poco a poco. Esta evolución representa un importante paso adelante y más empresas deberían considerar adoptar tales prácticas cuando sea posible.

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