Al final de la primera temporada de “Prodigy”, Dal y sus amigos lograron regresar al espacio de la Federación y conocer cara a cara a la verdadera almirante Janeway. Esto fue después de que se evitó una crisis basada en viajes en el tiempo, se libró una batalla y la Protostar fue destruida. Janeway, sin embargo, quedó impresionada de que un grupo heterogéneo de adolescentes, instruidos sólo por un holograma, no sólo pudieran aprender a pilotar la nave, sino también operarla con responsabilidad. Se les ofreció la oportunidad de unirse a la Academia de la Flota Estelar y Janeway se estaba preparando para tomar el mando de una nueva nave, la Voyager-A.
La Voyager-A servirá como escenario central en la segunda temporada de “Prodigy”. De hecho, aunque Janeway es almirante, todavía se le permite tomar el mando y liderar el nuevo barco en su primera misión. Ella bromea: “Le prometí al almirante Picard que no perdería este en el Cuadrante Delta”.
La Voyager-A es una nave científica como su homónimo original, tiene un departamento de operaciones con cetáceos y dos escuelas en pleno funcionamiento. También es un barco mucho más grande que el “Voyager” original, con 29 cubiertas (el original solo tenía 15) y una tripulación de más de 800 personas (el Voyager solo tenía 141), y puede viajar mucho más rápido. También vemos que hay muchos cadetes de la Flota Estelar a bordo, incluido el famoso Escuadrón Nova, lo que implica que la Voyager-A está destinada a ser una nave educativa.
Este es el tipo de material heredado que les encanta a los Trekkies. No estamos de nuevo a bordo del antiguo USS Voyager, sino que estamos en el siguiente paso en su evolución. Como se explica tanto en “Star Trek: Lower Decks” como en “Star Trek: Picard”, la Voyager original está suspendida en un museo. Es emocionante reflexionar sobre las aventuras de una nueva Voyager. Esto es progreso y no (totalmente) nostalgia.
