Kari Lake, ex presentadora de noticias de televisión y candidata al Senado de Estados Unidos, aprovechó un momento de su discurso en la Convención Nacional Republicana para expresar un tema común: atacar a los medios.
“Bienvenidos a todos en este gran estadio esta noche. Los queremos a todos. En realidad, en realidad, espera un minuto. No me refiero a eso. No doy la bienvenida a todos en esta sala. Los chicos que están en las noticias falsas”, dijo, señalando las áreas de prensa. “Francamente, ustedes, los que aparecen en las noticias falsas, han agotado su bienvenida. … Ha pasado los últimos ocho años mintiendo sobre el presidente Donald Trump y sus increíbles partidarios patrióticos”.
La multitud aplaudió los comentarios, que se han convertido en un aspecto típico de los eventos de Trump. Pero las convenciones nacionales de partidos en realidad prosperan gracias al impacto económico de los miles de periodistas que asisten y a la exposición mediática de lo que es esencialmente un anuncio de una semana para el candidato y su partido.
Lake se negó a conceder su carrera a gobernadora en 2022, pero perdió múltiples impugnaciones electorales ante los tribunales.
La seguridad de los periodistas es una preocupación en las convenciones, como lo fue durante los últimos eventos presenciales en 2016.
La semana pasada, Emily Wilkins, presidenta del Club Nacional de Prensa, emitió una declaración sobre la seguridad de los periodistas en la que pedía a los oradores de la convención “que se abstuvieran de utilizar un lenguaje que pudiera inflamar a quienes están en las calles contra los periodistas”.
Lake busca el escaño en el Senado estadounidense de Arizona que ocupa Kyrsten Sinema, una independiente que no se postula para la reelección. Las primarias republicanas y demócratas son el 30 de julio.
