Ethel Kennedy ayudó a dirigir la dinastía política más famosa de Estados Unidos en tiempos tumultuosos.
Estaba al lado de su marido Robert F. Kennedy cuando éste recibió un disparo mortal en Los Ángeles en 1968, menos de cinco años después de que su cuñado, el presidente John F. Kennedy, fuera asesinado en Dallas.
El jueves, su hija, Kerry Kennedy, anunció en X/Twitter que la matriarca de la familia había muerto a la edad de 96 años por complicaciones relacionadas con un derrame cerebral reciente.
Elogió “el trabajo de toda su vida en materia de justicia social y derechos humanos” y su determinación de criar a 11 hijos y encabezar un clan de 34 nietos y 24 bisnietos.
“Por favor, mantengan a nuestra madre en sus corazones y oraciones”, publicó Kerry.
Ethel Kennedy murió el jueves por complicaciones tras un derrame cerebral, reveló su hija Kerry en las redes sociales.
Ethel Kennedy con Robert F. Kennedy el día de su boda en Greenwich, Connecticut, en 1950.
Ethel Kennedy fue uno de los últimos miembros restantes de la generación de la familia extendida que incluía al presidente Kennedy.
Para una generación de estadounidenses, el clan del Partido Demócrata era lo más parecido a la realeza que tenía Estados Unidos.
La era JFK fue apodada ‘Camelot’ porque el joven presidente y su glamorosa esposa, Jacqueline Kennedy, inspiraron una sensación de optimismo nacional.
Ethel nació en Chicago, en abril de 1928, la sexta de siete hijos de George Skakel y su esposa Ann.
Su historia de pobreza a riqueza vio a Skakel ganar millones en la industria del carbón y trasladar a su familia a Connecticut.
Ethel se hizo amiga y luego compañera de cuarto de Jean Kennedy, una hermana menor de John Kennedy y Robert Kennedy, mientras asistía al Manhattanville College of the Sacred Heart en Nueva York.
Conoció a su futuro esposo, Robert, en un viaje de esquí al Mount Tremblant Resort en Quebec, Canadá, en 1945, cuando tenía 17 años.
Comenzaron a salir y se casaron en junio de 1950. Su primera hija, Kathleen Kennedy, nació al año siguiente.
Ethel sufrió una tragedia en 1955 cuando sus padres murieron al estrellarse su avión privado.
Apoyó las florecientes carreras políticas de su marido y su hermano, e hizo campaña con entusiasmo a favor de JFK en su exitosa campaña presidencial de 1960.
Ethel estaba en casa con su esposo Robert en noviembre de 1963, cuando les llegó la noticia del asesinato de JFK en Dallas.
Más tarde, durante la campaña presidencial del propio Robert Kennedy en junio de 1968, ella estaba a su lado cuando fue asesinado a tiros en la cocina del Hotel Ambassador de Los Ángeles.
Las dos viudas: Jacqueline Kennedy Onassis, izquierda, y Ethel Kennedy.
Ethel Kennedy con su esposo, el entonces Fiscal General Robert Kennedy, en 1962
Kennedy recibió la Medalla Presidencial de la Libertad por parte del presidente Obama el 24 de noviembre de 2014.
Acababa de ganar las primarias presidenciales demócratas en California.
Seis meses después de la muerte de su marido, Ethel dio a luz a su undécimo hijo, Rory.
Ethel juró que nunca volvería a casarse y dedicó en gran medida su vida a criar a sus hijos como madre soltera, según Britannica.com.
Aún así, ella era muy consciente de que su marido RFK la había engañado durante su matrimonio.
Estos incluyeron sus aventuras con las actrices Kim Novak y Lee Remick, y su cuñada Jackie.
Los detalles del apoyo inquebrantable de Ethel hacia él se describen en el libro de 2016 ‘Bobby Kennedy: The Making of A Liberal Icon’ de Larry Tye.
El libro decía que Ethel amaba a su marido “más completamente de lo que creía posible”, y esto significaba que podía mirar hacia otro lado.
La relación de Ethel con la esposa de JFK, Jacqueline Kennedy, tuvo un mal comienzo en la década de 1950.
Según se informa, Jackie sintió que Ethel había tratado de eclipsarla a ella y a otras mujeres usando un vestido verde esmeralda, cuando la mayoría de los invitados al evento formal vestían de negro.
Jackie se fue temprano, quejándose de un “espantoso dolor de cabeza”, según People.
Pero más tarde las dos mujeres desarrollaron una amistad y se unieron por los asesinatos de sus respectivos maridos.
Después de la muerte de su esposo, Ethel fundó el Centro Robert F. Kennedy para la Justicia y los Derechos Humanos en 1968, que promueve los derechos humanos a través del litigio, la promoción y la educación.
La organización sin fines de lucro también otorga premios a periodistas, autores y otras personas que promueven los derechos humanos.
También participó activamente en la Coalición para el Control de Armas, las Olimpíadas Especiales y el Cuerpo de Conservación de la Tierra.
Se mantuvo socialmente activa hasta los 90 años, participando en una manifestación en 2016 en apoyo de salarios más altos para los trabajadores agrícolas en Florida y en una huelga de hambre en 2018 contra las políticas de inmigración de la administración Trump.
Cuando el entonces presidente Barack Obama otorgó a Ethel la Medalla Presidencial de la Libertad, el honor civil más alto del país, en 2014, elogió sus esfuerzos sociales.
“Ethel Kennedy ha dedicado su vida a promover la causa de la justicia social, los derechos humanos, la protección ambiental y la reducción de la pobreza creando innumerables ondas de esperanza para lograr cambios en todo el mundo”, dijo Obama.
Pero Ethel no fue venerada universalmente y enfrentó acusaciones de que “trataba a sus sirvientes inmigrantes como perros”.
Después del asesinato de RFK en junio de 1968, Ethel era la única dueña de Hickory Hill, la legendaria finca de los Kennedy en McLean, Virginia.
Se conoció como ‘Horror Hill’ debido a las rabietas de Ethel y el trato abusivo de la ayuda.
Se ganó la reputación de abofetear y reprender a las trabajadoras domésticas inmigrantes, estafarlas para quitarles dinero y gritarles como una ‘loca’, lo que las hizo huir llorando o ser despedidas,’ recordaron las fuentes.
“Realmente no creo que a Ethel le agradaran los hispanos o los negros”, dijo su ex secretaria, Noelle Fell, al escritor de The Mail, Jerry Oppenheimer.
Ethel Kennedy posando entre bastidores con miembros de su familia en 2012 en el Carnegie Hall
Una imagen de Ethel Kennedy rodeada de su familia celebrando su 96 cumpleaños en abril compartida por su nieto.
Los once hijos de Ethel fueron Kathleen, Joseph II, Robert Jr., David, Courtney, Michael, Kerry, Christopher, Max, Douglas y Rory.
Muchos de sus descendientes se hicieron muy conocidos.
La hija Kathleen se convirtió en vicegobernadora de Maryland; Joseph representó a Massachusetts en el Congreso; Courtney se casó con Paul Hill, quien había sido condenado injustamente por un atentado del IRA; Kerry se convirtió en activista de derechos humanos y presidente del centro RFK; Christopher se postuló para gobernador de Illinois; Max se desempeñó como fiscal en Filadelfia y Douglas informó para Fox News Channel.
Su hijo Robert F. Kennedy Jr. también se convirtió en una figura nacional, aunque finalmente no en la tradición liberal de la familia.
Se postuló para presidente como independiente después de desafiar brevemente al presidente Joe Biden, y su nombre permaneció en las boletas en varios estados después de que suspendió su campaña y respaldó a Donald Trump.
Ethel Kennedy no comentó públicamente sobre las acciones de su hijo, aunque varios otros miembros de la familia lo denunciaron.
Pero la tragedia persiguió a Ethel y al resto de la afligida familia Kennedy.
En 1984, perdió a su hijo David, que murió por una sobredosis accidental de drogas, y en 1997, su hijo Michael murió en un accidente de esquí.
Dividió su tiempo entre casas en Hyannis Port, Massachusetts y Palm Beach, Florida.
Ethel Kennedy había sido hospitalizada después de sufrir un derrame cerebral mientras dormía el 3 de octubre, dijo su familia.
Recientemente había disfrutado viendo a muchos de sus familiares, antes de enfermarse.
“Es con el corazón lleno de amor que anunciamos el fallecimiento de nuestra increíble abuela”, publicó Joe Kennedy III en X.
